[AUDIO_EN_BLANCO] [MÚSICA] Si yo estuve, fui más o menos pionero, es porque, por razones políticas, yo no aceptaba el nacionalcatolicismo. Y por lo tanto, había que luchar contra el nacionalcatolicismo. Y bueno, fuimos los pioneros que, al comienzo, tengo que reconocer que a mi propio padre, que era un hombre muy liberal, no le gustaba mucho que yo me significara como a favor de la píldora, a favor del aborto, etcétera. Pero, bueno, era mi forma de ser, y no me ha ido mal. O sea que todo lo que yo decía en aquellos años y que causaban un poco de sorpresa y ¿cómo es posible que un Dexeus diga esto? Pues, en realidad lo dice un Pérez, y un López, y un Gómez. Bueno, como tantas cosas que el nacionalcatolicismo había prohibido, la píldora estaba absolutamente prohibida. Y se recetaba en España, sí, you lo creo que sí se recetaba en España, pero ¿de qué manera se recetaba? Pues, farmacéuticos que aceptaban el que nosotros le enviáramos una receta en la cual poníamos que era, la señora tal necesitaba aquel tratamiento porque se encontraba muy mal de la nariz. No digo de la nariz pero, bueno, semejante. Y que, a razón de estas tonterías, el nacionalcatolicismo, que yo diría, el nacionalcatolicismo obligatorio, pues iba desapareciendo, afortunadamente. La píldora se fue difundiendo y, de todas formas, puedo deciros que había una cosa muy curiosa y muy triste al mismo tiempo, y es que en el Aeropuerto de El Prat, los viernes, se veían señoras muy conocidas, jóvenes muy conocidas, muy elegantes de la vida social de Barcelona, que tomaban un avión a Londres. ¿Por qué motivo? Porque habían quedado embarazadas, y en Londres les facilitaban un aborto, el aborto provocado. Y eso duró durante años. Y esta, sobre todo, yo diría desigualdad de que unos podían resolverse los problemas gracias a que tenían, disponían de medios para hacerlo, y los que no tenían medios, tenían que aguantarse y, a lo mejor, seguir un embarazo que no podían mantenerlo o, lo que es peor, caer en manos de abortadores o abortadoras que lo hacían muy mal y se jugaban la vida. Creo que, realmente, es una de las expresiones más de lo que es una dictadura también influyendo sobre las religiones. Yo les puedo decir que muy frecuentemente en la Maternidad Provincial de Barcelona, recibíamos a mujeres que sangraban porque habían sido sometidas a abortos absolutamente clandestinos. Y teníamos que resolver el problema, que generalmente era fácil. Pero a veces no, porque a veces al realizar el aborto en manos inexpertas, perforaban el útero y entonces llevaba una intervención más importante. Y alguna se quedaba sin útero, por lo cual se quedaba sin la posibilidad de ser madre. Y yo tuve varios problemas con la justicia española, el primero de ellos fue que el jefe superior de policía, el famoso Creix, un buen día me llamó, bueno, you me había llamado por otras razones, y estas otras razones eran más peligrosas, Porque se recibían constantemente unos paquetes a mi nombre y en estos paquetes, ¿qué había adentro, en su interior? Pues en su interior había un diafragma y había un par o tres de tubos de pomadas anticonceptivas. Y estaban prohibidos en España. Pero Creix no le daba ninguna importancia. Pero un día me llamó y me dijo, bueno, Santiago, que tu padre haya sido de Acción Católica y toda tu familia esté todo el día en la iglesia, no significa que tú puedas saltarte las normas de cualquier manera. O sea que haz el favor de acabar con esta correspondencia y tráfico de pastillas anticonceptivas. Porque en España no existía la píldora en sí anticonceptiva. Me decía esto Creix, y al cabo de poco tiempo, you había una formulación en España anticonceptiva, que se recetaba bajo títulos diferentes, que la mujer tenía pérdidas, que la mujer tenía dolores. No se decía, oye, suminístrame tal producto. Todos sabíamos lo que hacíamos, era el farmacéutico que te entregaba el producto anticonceptivo y quien lo había recetado. Es evidente que desde las primeras pastillas anticonceptivas, que eran, podría yo decir que eran simplemente un esbozo de lo que sería la anticoncepción hormonal medicamentosa. Y ahora, actualmente, si las píldoras tenían X de cada uno de los productos, ahora tienen menos de la mitad de X, es decir, se ha disminuido. Aquí también tenemos que hablar de la mejora en las pautas de administración, porque ahora también existen varias vías de administración, no solo oral, sino transdérmica y vaginal, el anillo vaginal. Y yo creo que la evolución ha sido que sea la mujer que iba con ojos de terror y así, asombrada, pidiendo al farmacéutico con miedo a que dijera, métete puñetas, se ha vencido you esto. Esto está totalmente vencido. Inclusive, el propio farmacéutico puede recomendar las píldoras más adecuadas a aquella mujer. Este cambio se experimentó al comienzo de la farmacología antiembarazo, pues yo creo que poco tiempo después you aquí en Cataluña no había ningún problema. ¿Que ha habido nuevos dispositivos intrauterinos? Evidentemente que sí, que han sido muy útiles, algunos han provocado algún problema, pero nunca problemas graves. No han emigrado hacia el interior del abdomen de la mujer. En muchas patologías de la mujer, se está empleando este tipo de medicación, no con finalidad anticonceptiva, sino para evitar pérdidas en la mujer que you no tiene la regla, o que you tiene una edad que no tiene los ovarios en funcionamiento. Los adolescentes actualmente juegan con métodos físicos, y juegan de una manera muchísimo más consciente para evitar el embarazo. Obviamente, al ser adolescentes, no saben qué hacer. Pero lo que es importante es que un adolescente no debe recibir terapéutica hormonal de forma absolutamente libre. ¿Por qué? Porque le podemos alterar sus menstruaciones, porque le podemos provocar hemorragias. Es decir, tiene que llevar un buen consejo. La teoría sobre la etiología del cáncer está variando. Por ejemplo, hace unos meses, e inclusive ahora, inclusive ahora, a una mujer que tenía un cáncer de mama, era un sacrilegio colocarle una pomada con estrógenos, que es la hormona femenina, esto va a aumentar el cáncer de mama. Está demostrado que mientras el tratamiento que no sea propio del cáncer, no sea ni por vía intramuscular, ni por vía oral, no tiene ningún efecto. Entonces, claro, una mujer que tiene un cáncer de mama, y tiene sofocos y calores, [INAUDIBLE] Encima poderle aliviar síntomas ajenos al tumor, es una maravilla. Pero esto no lo sabe nadie. O sea, hay muy pocos médicos, porque no han leído lo último, y esto hay que leerse lo último, porque los estrógenos, inclusive aplicados muy cerca de una lesión cancerosa, mientras sea por vía transcutánea, no llegan jamás a una lesión. No tengo una información para decirles, en Venezuela pasa esto y en Argentina pasa tal cosa, pero lo que sí es evidente es que la adquisición de la píldora anticonceptiva, estoy seguro que está mucho más facilitada en nuestro país que en los países latinoamericanos. Con toda seguridad. Y es una razón económica, no por otra, sino una razón económica. La anticoncepción hormonal va a ir cada vez más a medicamentos complementarios de los típicos, los estrógenos, la progesterona, pero que potencien y reduzcan las dosis. O sea, potencien que no sean hormonales y, sin embargo, permitan reducir las dosis con el mismo éxito. Yo creo que irá por ahí el camino. [AUDIO_EN_BLANCO]