[MÚSICA] Hola. La última semana revisamos el diagrama fundamental de tráfico, el cual pretende modelar la operación de vehÃculos en un arco. En esta semana, abordaremos la modelación del punto o nodo donde dos o más arcos convergen, la intersección. En esta clase, presentaremos algunas formas de controlar la operación en intersecciones, la que discutiremos en algo más de profundidad en las siguientes clases, y también, introduciremos algo de terminologÃa. Como decÃamos, una intersección, también conocida como cruce o nodo, es el punto donde dos o más arcos convergen o confluyen. Estos arcos que llegan a la intersección también se conocen como accesos o ramas. A su vez, cada acceso está conformado por uno o más movimientos, donde un movimiento se define como una cola de vehÃculos con uno o varios destinos. El destino del vehÃculo tiene que ver con la maniobra que este realiza al llegar a la intersección: seguir derecho, virar a la izquierda o virar a la derecha. Por lo anterior, usualmente se considera un movimiento por pista. En la intersección de la figura, se tienen dos accesos con dos movimientos cada uno de ellos. La convergencia que mencionamos recién genera conflicto, you que los vehÃculos de los distintos accesos desean hacer uso del mismo punto en el espacio, la intersección, y además, en el mismo instante de tiempo. Para resolver este conflicto, podemos pensar en distintas opciones. Una primera opción es desnivelar el cruce. Con esto, el conflicto original se elimina completamente. Sin embargo, el desnivel generará otros conflictos entre ciertos movimientos, pero que debieran ser de menor relevancia. De cierta forma, el conflicto original se convierte en dos o más conflictos menores. Por ejemplo, un cruce de dos vÃas bidireccionales puede desnivelarse y generar un cruce tipo diamante, donde se generan varios puntos en que dos o más movimientos entran en conflicto. Sin embargo, se espera que estos conflictos sean de menor magnitud que el conflicto que se generaba en el cruce original. El desnivelar un cruce usualmente afecta el entorno urbano del lugar. Implica altos costos de inversión en infraestructura. Por ese mismo motivo, toma algo más de tiempo en concretarse. También, suele ser muy poco amistosa con modos no motorizados, como los peatones y los ciclistas. Una segunda opción para transformar un gran conflicto en varios conflictos menores es utilizar una rotonda. La rotonda puede ser vista como una serie, una colección de intersecciones en T, en las cuales interactúan dos accesos. AsÃ, un gran conflicto donde convergen, por ejemplo, cuatro accesos, se transforma en cuatro conflictos menores donde convergen dos accesos en cada uno de ellos. Esta alternativa puede demandar más espacio urbano del deseado, aún cuando en algunos lugares se han implementado minirotondas para gestionar cruces de moderada demanda y un alto número de virajes a la izquierda. Al igual que la alternativa anterior, en algunos casos, esta alternativa no soluciona de buena forma la circulación de los modos no motorizados. Una tercera alternativa para resolver el conflicto es entregar prioridades a los distintos accesos. Es decir, ordenar los accesos según su prioridad, de modo que algunos de ellos operan sin restricción, mientras otros deben ajustar su operación a la operación de estos otros accesos con prioridad. Este tipo de cruces se conoce como intersecciones prioritarias. Esta alternativa implica nulo impacto en los accesos o movimientos que tienen la máxima prioridad. Sin embargo, puede generar efectos indeseables en el resto de los accesos y/o movimientos, además de ser poco segura para los peatones. Una cuarta alternativa serÃa alternar la prioridad entre los distintos accesos que llegan a la intersección. Es decir, durante un cierto intervalo de tiempo, un determinado conjunto de accesos o movimientos tiene la prioridad total del uso de la intersección, mientras el resto de los accesos o movimientos debe esperar por su turno, por su derecho a paso. Luego, esta prioridad cambia. La regulación de esta alternancia de prioridades se logra por medio de semáforos, por lo que este tipo de cruces se conoce como intersecciones semaforizadas. Esta alternativa, sin duda, que penaliza a los accesos o movimientos que, en ausencia de este control semafórico, tienen máxima prioridad. Sin embargo, esa pérdida se debiera compensar con una mejor operación de los accesos o movimientos que no tienen prioridad, y con una mayor seguridad también para los peatones. ¿Cuál alternativa de todas las anteriores es la más conveniente? Bueno, eso depende de varios factores. Por ejemplo, del lugar en donde está emplazado el cruce, puede ser en un contexto rural o urbano, el espacio disponible, las demandas vehiculares y peatonales, entre otros. De hecho, en el caso chileno, la justificación para convertir una intersección prioritaria en una semaforizada se basa en los flujos vehiculares o peatonales y en el nivel de accidentabilidad. AsÃ, ante demandas vehiculares o peatonales muy altas, el paso de una intersección prioritaria a una semaforizada se puede justificar. Igualmente, si se han presentado accidentes en el cruce con consecuencias fatales durante los últimos años, también puede ser suficiente motivo para llegar a semaforizar una intersección prioritaria. En esta semana, focalizaremos la discusión en las últimas dos alternativas mencionadas. Es decir, revisaremos en más detalles aspectos relativos a la modelación y operación de cruces prioritarios y de cruces semaforizados. El interés en ella tiene que ver, por un lado, con que la inmensa mayorÃa de las intersecciones en una ciudad corresponde a uno de estos dos tipos, y además, por otro lado, porque las intersecciones tienen un rol primordial en la operación de una red, pues ellas definen finalmente su capacidad, es decir, la cantidad de vehÃculos que pueden circular por ella, y eso es algo que debemos tener siempre presente. [AUDIO_EN_BLANCO]